Paola Ordoñez

Astróloga

Mi viaje a Ítaca empezó como el lamento de un animal herido buscando refugio para aliviarse. Me fui enredando con las estrellas, porque quería entenderme y habitarme de una manera menos salvaje y dolorosa, más amorosa y más tranquila. Buscando y experimentando caminos me la encontré a ella y experimenté con ella, con la astrología, un enamoramiento sagrado que me atrapó en sus aguas. Encontré cuevas alucinantes, colinas y valles subterráneos, encontré mares revueltos y a veces también aguas mansas y azuladas. Todos estos paisajes, que reconozco en mí, son los que he habitado desde que le dije sí a este viaje a través de mi conciencia.

Como Ulises buscando su amado hogar, en este viaje al interior de mí misma, me he encontrado con mi propia soledad, con mi frágil y despojada manera de enfrentar mi vida, pero también con mi propio poder, inspiración y fuerza. Este viaje de regreso a mi propia casa me recordó el motivo por el cual me interesó la psicología, como un camino para alumbrar y alimentar mi propia alma.

Ahora, en esta nueva aventura mi barco está hecho de todo esto que me ha constituido. Al subir a este barco traigo el amor que he recibido, el amor que he madurado, las preguntas que me he hecho para seguir andando, la intuición que me ha salvado y el conocimiento que atesoro para ponerlo al servicio de quien lo necesite, acompañando, con respeto profundo, los viajes que cada quien decida transitar.